Entrenar escalada en casa es una excelente manera de ganar fuerza y resistencia cuando no puedes ir al rocódromo o a la roca. Con herramientas básicas como una tabla de entrenamiento (también llamada hangboard o tabla multipresa) y unas pesas, los escaladores principiantes e intermedios pueden mejorar desde casa de forma segura y efectiva, adaptándose a sus objetivos de entrenamiento. Durante años, los escaladores han demostrado que estas adaptaciones en su rutina son claves para el progreso. En este artículo veremos los beneficios de este entrenamiento, cómo usar el hangboard y las pesas correctamente, ejercicios recomendados, y errores comunes que debes evitar para progresar sin lesiones. ¡Prepárate para llevar tu entrenamiento escalada al siguiente nivel!
Beneficios de entrenar en casa con hangboard y pesas
Practicar entrenamiento de escalada en casa tiene múltiples ventajas para los escaladores. En primer lugar, podrás enfocarte en la fuerza de dedos y la musculatura específica de la escalada, alineando tus entrenamientos con tus objetivos personales. La tabla multipresa permite ejercitar agarres pequeños con mucha precisión, adaptándose a diferentes niveles de desnivel y dificultad, algo difícil de lograr solo escalando rutas fáciles. No es casualidad que el hangboard se haya vuelto un implemento imprescindible para quienes quieren mejorar en escalada. Además, entrenar en casa ahorra tiempo y te da flexibilidad para practicar cuando te convenga, permitiendo un volumen de entrenamiento adecuado que complementa tus días de escalada. Por otro lado, incluir ejercicios con pesas te ayudará a fortalecer los músculos de tracción (espalda, brazos) y los estabilizadores, así como los antagonistas (pecho, hombros), reduciendo el riesgo de desequilibrios y lesiones. Asimismo, un entrenamiento mental estructurado mejora la concentración y el rendimiento en las vías más exigentes. En resumen, un programa equilibrado de hangboard + pesas te permitirá mejorar la fuerza de agarre, la potencia y la resistencia de forma integral, lo que se traducirá en un mejor rendimiento escalando.
Sin embargo, es importante entender que estos métodos son un complemento a la escalada, no un sustituto. La mejor forma de progresar como escalador sigue siendo escalar regularmente para mejorar la técnica y la experiencia en roca o muro. Además, es crucial establecer objetivos semanales que incluyan tanto escalada como entrenamiento en casa, asegurando que cada sesión esté alineada con tus metas de progreso. El entrenamiento en casa debe planificarse de manera que sume a tus sesiones de escalada, incorporando adaptaciones necesarias para mantener un equilibrio adecuado y evitar sobrecargar tu cuerpo en exceso. Un enfoque mental disciplinado también contribuye a mantener la consistencia y alcanzar tus objetivos a largo plazo.
Cómo empezar con el entrenamiento en hangboard (tabla multipresa)
Si nunca has usado un hangboard, debes iniciar paso a paso. Lo primero: ¿Cuándo es adecuado empezar? Si llevas muy poco escalando (días o semanas), ten paciencia. Colgar todo tu peso de los dedos sobrecarga tendones y ligamentos que aún están débiles si eres novato, y podrías lesionarte fácilmente. Por ello, muchos entrenadores recomiendan esperar al menos un par de meses de escalada regular antes de incorporar la tabla de dedos en tus entrenamientos. Durante esas primeras semanas enfócate en la técnica y en que tu cuerpo se adapte a los movimientos básicos de escalada, realizando adaptaciones progresivas que eviten el sobreentrenamiento y aseguren un progreso sostenible en los años venideros. Establece objetivos claros para cada semana, facilitando una evolución constante en tu capacidad de escalada.
Cuando ya estés listo para usar el hangboard, sigue estos consejos básicos para empezar que te ayudarán a alcanzar tus objetivos de entrenamiento:
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Calienta y estira antes de colgarte: Nunca te cuelgues en frío. Realiza 5-10 minutos de calentamiento general (ej. saltar cuerda, trotar suave) para elevar pulsaciones, seguido de movilizar hombros, brazos y dedos. Unos cuantos ejercicios de movilidad de muñeca y unas dominadas suaves prepararán tus músculos para el volumen de entrenamiento que realizarás. Además, incorpora un componente mental concentrándote en cada movimiento. Después del ejercicio, estira de nuevo para relajar la musculatura. Un buen calentamiento previene lesiones y mejora tu rendimiento inicial.
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Usa una postura correcta al colgarte: Evita colgarte como “un peso muerto” de la tabla. Debes activar los hombros y escápulas, manteniendo los hombros ligeramente hacia abajo (no cerca de las orejas) y los codos con una leve flexión. No cuelgues totalmente relajado, porque eso pone toda la tensión en las articulaciones. Mantén el tronco tenso y las escápulas enganchadas para proteger hombros y espalda. Al bajar de una dominada o al soltar el hangboard, hazlo de forma controlada, sin tirones bruscos, especialmente si entrenas con peso añadido. La técnica adecuada de postura te permitirá entrenar de forma segura durante más tiempo.
Una buena postura al usar el hangboard es fundamental para evitar lesiones y mantener un enfoque mental correcto. La imagen muestra la diferencia: a la izquierda, posición correcta con hombros activos (bajados y con las escápulas comprometidas) y codos semi-flexionados; a la derecha, posición incorrecta con hombros totalmente relajados subiendo hacia las orejas y brazos colgando sin tensión. Mantener los hombros involucrados y no extender los codos por completo reduce la carga sobre las articulaciones y tendones, facilitando una ejecución adaptada a tus objetivos de entrenamiento.
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Elige agarres grandes al inicio: Comienza utilizando los agarres más grandes de la tabla (como las regletas más profundas o incluso agarraderas tipo jarras si las tiene). Al principio no intentes colgar de regletas muy pequeñas. Si tu hangboard tiene agarres tipo romos o pinzas grandes, úsalos, ya que en ellos la mano está en posición más abierta y generan menos tensión en los tendones que una regleta pequeña. A medida que fortalezcas dedos y aumentes el volumen de tu entrenamiento, podrás ir reduciendo el tamaño de los agarres. También puedes implementar adaptaciones entrenando inicialmente apoyando un pie en una silla o usando una banda elástica bajo tus pies a modo de contrapeso para descargar peso si no aguantas colgado completamente.
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Evita el agarre de arqueo completo: El arqueo completo (o full crimp, con la última falange doblada y el pulgar sobre el índice) genera enorme tensión en las poleas de los dedos. Es un agarre útil escalando en roca en ciertos movimientos, pero no es recomendable entrenarlo en el hangboard debido al alto riesgo de lesión en los ligamentos de los dedos. En su lugar practica agarres más seguros como el agarre abierto o el medio arqueo (sin colocar el pulgar sobre los demás dedos). Estos agarres ejercen menos presión sobre las estructuras delicadas de la mano y te permiten entrenar de forma más segura, ajustando tus objetivos de fuerza sin comprometer la salud mental durante el entrenamiento. Recuerda también alternar distintos tipos de agarre (semi-arqueo, abierto, pinza, romo) en tus sesiones para no sobrecargar siempre las mismas articulaciones.
El agarre de arqueo completo (imagen) coloca el pulgar sobre la falange de los demás dedos, aumentando la fuerza pero también la tensión en los tendones flexores de los dedos. Este tipo de agarre ejerce una gran presión sobre las poleas de los dedos, lo que puede afectar negativamente tus objetivos de volumen de entrenamiento. Por ello, deberías evitar entrenarlo en la tabla multipresa. Es preferible utilizar un medio arqueo (sin apoyar el pulgar) o agarre abierto durante los ejercicios en hangboard, adaptando tus técnicas para reducir el estrés en las estructuras de la mano y mantener un progreso equilibrado.
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Sé gradual con la carga y frecuencia: Al empezar, menos es más. Haz sesiones cortas (ej. 2 días por semana) y con pocos ejercicios, dejando al menos 48 horas de descanso entre sesiones de hangboard para que tus tendones se recuperen. Establece objetivos semanales claros para monitorear tu progreso. Aumenta la intensidad progresivamente – por ejemplo, cuélgate más segundos, haz más series o usa agarres ligeramente más pequeños conforme pasen las semanas. No tengas prisa por añadir peso extra o ejercicios avanzados. Es mejor quedarse con ganas que pasarse y lesionarse por sobreentrenamiento, manteniendo un volumen de entrenamiento adecuado a tus adaptaciones físicas y metas a largo plazo.
Ejercicios de hangboard para ganar fuerza y resistencia
Una vez dominados los fundamentos, podemos incorporar ejercicios específicos en la tabla multipresa para desarrollar fuerza en dedos y brazos, así como resistencia muscular enfocada a la escalada. Estos ejercicios te ayudarán a progresar en tus vías y alcanzar tus objetivos de volumen de entrenamiento. Aquí te presentamos algunos ejercicios clásicos y efectivos que puedes realizar en casa:
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Suspensiones máximas en regletas pequeñas (fuerza máxima): Consiste en colgarse de la regleta más pequeña que puedas aguantar alrededor de 10-15 segundos. El objetivo es reclutar tu fuerza al máximo durante suspensiones cortas. Por ejemplo, selecciona un canto donde puedas colgarte apenas 12 segundos antes de caer (si aguantas más de 15s, el canto es muy grande). Calienta bien, luego cuélgate 12 segundos y descansa 3 minutos; repite esto 4-5 veces por serie con descansos largos entre repeticiones. Haz 2-3 series. Este protocolo de “máximos colgados” aumentará la fuerza de tus dedos y antebrazos. A medida que progreses, puedes intentar regletas más pequeñas o incluso añadir un poco de peso extra para seguir desafiándote. Recuerda mantener siempre la técnica adecuada (agarre seguro y hombros estabilizados) incluso cuando busques intensidad, adaptando el volumen de entrenamiento según tus objetivos semanales.
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Suspensiones intermitentes o repeaters (resistencia de antebrazo): Este ejercicio mejora tu resistencia anaeróbica en los antebrazos – es decir, la capacidad de colgar de agarres medianos durante tiempo prolongado alternando esfuerzo y descanso breve. Un protocolo típico de repeaters es: colgarse durante 10 segundos y luego descansar 5-10 segundos, repetido sucesivamente. Por ejemplo, una rutina para principiantes es hacer colgadas de 10 segundos seguidas de 30 segundos de descanso, repitiendo 6 veces ese ciclo (total 4 minutos), luego descansar 1-2 minutos y hacer otro set. En total puedes hacer 3 a 5 sets. Estas pausas cortas permiten reoxigenar parcialmente los músculos, retrasando la fatiga y aumentando la resistencia, optimizando tus adaptaciones semanales. Si logras completar todos los sets sin demasiada dificultad, puedes incrementar el desafío reduciendo los descansos (p.ej. 20s, luego 10s) en siguientes sesiones, o añadiendo un poco de peso/escogiendo un agarre más pequeño. Por el contrario, si no alcanzas los tiempos, usa un agarre más fácil o un sistema de polea/ayuda para descargar peso. Las suspensiones intermitentes son ideales para simular el pump (empopeyamiento) del antebrazo y prepararte para encadenar vías largas, alineando tu entrenamiento con tus objetivos de resistencia a largo plazo.
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Dominadas lastradas en barra o tabla (fuerza de tracción en brazos): Las dominadas (barras o pull-ups) son un ejercicio básico para cualquier escalador. Una vez que puedas hacer unas 8 dominadas seguidas con tu peso corporal, es hora de agregar lastre para ganar más fuerza. Puedes usar un chaleco lastrado, un cinturón con discos, o incluso colgar garrafas de agua/arena de tu arnés. Elige un peso que te permita hacer máximo 4-6 dominadas por serie. Por ejemplo, añade peso hasta que 5 repeticiones te cuesten el máximo esfuerzo. Desde una posición de colgado activo, realiza una dominada explosiva hasta tocar el pecho con la tabla o barra, aguanta 1-2 segundos arriba, y baja controladamente sin relajar del todo los hombros. Haz de 3 a 5 series, descansando 2-3 minutos entre cada una. Las dominadas lastradas aumentan significativamente tu fuerza en espalda, hombros y brazos, facilitando movimientos de bloqueo y tracción en roca, y contribuyendo a tus objetivos de superar vías más difíciles. Si aún no dominas muchas dominadas normales, empieza sin peso o con ayuda de ligas elásticas, y no intentes lastre hasta haber construido una base.
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Ejercicios complementarios en hangboard: Además de colgar de los dedos, tu entrenamiento en casa puede incluir ejercicios en la tabla para otras áreas. Por ejemplo, los levantamientos de piernas en suspensión (colgado de la tabla y elevando las piernas rectas al frente) fortalecen tu núcleo abdominal y simulan posiciones de techo en escalada; intenta 15-20 elevaciones de piernas colgado de agarres grandes, y usa pesas en los tobillos si te resulta fácil. Otro ejercicio útil son las dominadas escapulares: cuélgate con brazos casi extendidos y, sin doblar codos, eleva y desciende el cuerpo activando sólo los hombros (escápulas) en una especie de “encogimiento” de espalda. Realiza 8-12 repeticiones lentas. Este movimiento mejora la estabilidad de hombros y la conciencia muscular de la cintura escapular, fundamental para movimientos explosivos y para prevenir lesiones. Incorpora estos ejercicios al final de tu sesión de hangboard para trabajar core y estabilizadores, obteniendo un entrenamiento más completo que respalde tus adaptaciones físicas y respalde tu rendimiento en vías de mayor desnivel.
Entrenamiento de fuerza con pesas para escalada
Además del hangboard, las pesas son grandes aliadas para mejorar tu rendimiento como escalador, incluso desde casa. El entrenamiento con pesas te permitirá desarrollar fuerza máxima en músculos clave y corregir desequilibrios musculares, alineando tus ejercicios con tus objetivos semanales y adaptaciones a largo plazo. Ahora bien, no se trata de “ponerte enorme” levantando hierros sin ton ni son; como escalador buscas fuerza funcional útil para escalar. Aquí van algunos lineamientos y ejercicios de pesas enfocados a escalada:
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Imita los movimientos de escalada: La entrenadora y experta Eva López recomienda seleccionar ejercicios que reproduzcan los patrones de movimiento de la escalada, en lugar de trabajar músculos aislados. Por ejemplo, remos con mancuerna a un brazo (simulando tirar de una presa hacia la cadera) o jalones en polea a un brazo (imitando una dominada unilateral) tienen mucho más transfer a la fuerza de escalada que, digamos, un curl de bíceps puro. Estos ejercicios multiarticulares involucran espalda, hombro y brazo de forma coordinada, tal como al subir por la pared, permitiendo adaptaciones necesarias para progresar en tus vías. Si no cuentas con poleas, un remo con mancuerna apoyando la rodilla en un banco es una alternativa excelente para trabajar dorsales y hombros de forma unilateral. Realiza 3-4 series de 6-8 repeticiones por brazo con un peso que te exija pero te permita buena técnica, aumentando el volumen semanales de entrenamiento. Otro ejercicio útil es el pullover con mancuerna tumbado en un banco, que fortalece los músculos de la parte superior de la espalda y el torso, importantes en movimientos de bloqueos y empotres.
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Dominadas y fondos lastrados: Ya mencionamos las dominadas con peso en la sección de hangboard, pero conviene reiterar que son uno de los mejores ejercicios de fuerza para escalada, alineados con tus objetivos a largo plazo. Si no tienes un lugar para colgarte cómodamente, unas anillas de gimnasia instaladas en casa también funcionan para hacer dominadas, muscle-ups o incluso ejercicios de estabilización. Asimismo, incorporar fondos en paralelas o en anillas (y añadir peso si las haces fácilmente) te ayudará a equilibrar la musculatura de empuje (pecho, tríceps), compensando tanta tracción de la escalada y evitando desequilibrios que pueden afectar tu rendimiento en vías de mayor desnivel. Este balance entre músculos agonistas y antagonistas es clave para prevenir lesiones y mejorar tu eficiencia en movimientos de compresión o empuje en escalada (por ejemplo, empujar contra la pared con las palmas o realizar palanca).
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Entrena tu core y piernas con peso moderado: Un escalador fuerte no solo tiene dedos de acero, también posee un núcleo abdominal sólido y piernas funcionales. Incluye ejercicios como sentadillas con tu propio peso o con mancuernas, zancadas o step-ups a un cajón, para mantener las piernas fuertes sin necesidad de máquinas (no busques hipertrofia excesiva, solo potencia y estabilidad). Para el core, además de las elevaciones de piernas en barra, prueba plancha con peso (coloca un disco o algún objeto sobre tu espalda) o paseo del granjero con mancuernas pesadas para trabajar abdomen y agarre a la vez. Un núcleo fuerte te permitirá escalar techos y desplomes controlando mejor tu cuerpo, facilitando tus objetivos en vías de mayor desnivel. Realiza 2-3 series de 10-15 repeticiones en estos ejercicios de tren inferior y core. Recuerda que un entrenamiento escalada completo aborda todo el cuerpo, aunque hagas énfasis en dedos y tren superior.
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Progresión y planificación: Al igual que con el hangboard, en el entrenamiento de pesas debes aplicar progresión gradual. Comienza con cargas ligeras o moderadas hasta aprender bien la técnica de cada ejercicio. Luego incrementa el peso de a poco, buscando rangos de 4-6 repeticiones con mucho peso para fuerza máxima, y 8-12 repeticiones con peso moderado para fuerza-resistencia. No entrenes los mismos grupos musculares con pesas dos días seguidos; da al menos 48 horas de recuperación. También, organiza tus sesiones semanales para que el trabajo con pesas no interfiera con tus días de escalada. Por ejemplo, si vas a escalar en roca el sábado, evita hacer pesas que agoten tus brazos el viernes. La planificación inteligente y los ciclos de entrenamiento (periodización) te ayudarán a sacar lo mejor de cada herramienta sin sobrecargarte, asegurando adaptaciones progresivas que se alinean con tus objetivos a largo plazo.
Errores frecuentes en el entrenamiento y cómo evitarlos
Al entrenar en casa es fácil caer en algunos errores comunes que pueden frenar tu progreso o causarte lesiones, impidiendo alcanzar tus objetivos de entrenamiento establecidos para la semana y a largo plazo. Toma nota de estos fallos típicos ¡y evítalos a toda costa!:
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No calentar ni estirar: Ir directamente al hangboard o a las pesas en frío es una receta para lesiones. Un buen calentamiento general y específico de dedos/hombros antes, así como estiramientos suaves después, son obligatorios. Además, integra una rutina mental de concentración para prepararte adecuadamente. Nunca te cuelgues sin preparación; tus tendones te lo agradecerán.
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Comenzar el hangboard demasiado pronto: Como mencionamos, los novatos deben construir primero una base escalando. Si empiezas a colgarte de regletas nada más comenzar a escalar, sobrecargarás tus dedos y tendones inmaduros y probablemente te lesionarás. Sé paciente; el hangboard llegará en su momento adecuado tras unas semanas o meses de experiencia, permitiendo adaptaciones físicas graduales para alinearse con tus objetivos a largo plazo.
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Técnica deficiente en la tabla: Un error crítico es colgarse con postura incorrecta: hombros relajados (orejas tocando hombros) y codos completamente extendidos. Esto aumenta la tensión en los hombros y puede causar lesiones serias en los manguitos rotadores o bíceps distales. Siempre activa la espalda y mantén una ligera flexión de codo al hacer suspensiones. Asimismo, evita arqueos completos en los dedos durante los hangs, ya que esta posición eleva drásticamente la presión en las poleas de los dedos. Opta por medio arqueo o mano abierta para reducir riesgos. La forma correcta debe primar sobre cualquier intento de aguantar más tiempo o peso con mala técnica, asegurando que tus adaptaciones de entrenamiento estén alineadas con tus objetivos semanales.
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Entrenar en exceso sin descanso: La motivación desbordada puede llevarte a hacer hangboard o pesas todos los días, craso error. Los tejidos (músculos, tendones) necesitan tiempo para recuperarse y fortalecerse tras el estímulo. Si no respetas los periodos de descanso, el sobre-entrenamiento mermará tu rendimiento y te encaminas al desgaste e incluso a lesiones por sobreuso. Un síntoma común es sentir dolores o molestias constantes – señal para bajar el ritmo. Planifica días de descanso total y semanas de descarga. Recuerda: descansar también es entrenar.
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No escuchar las señales de tu cuerpo: En la escalada y su entrenamiento, a veces duele “lo bueno”, pero hay dolores que indican problemas. Si sientes un dolor agudo o persistente en dedos, codos u hombros, detén el entrenamiento de inmediato. No intentes “aguantar” o forzar a través del dolor intenso, pues puedes agravar una lesión incipiente. Es preferible parar y evaluar (incluso consultar un especialista si el dolor no cede en unos días). Ignorar el dolor y seguir entrenando puede llevarte a una lesión grave que te deje meses sin escalar. Aprende a distinguir la fatiga normal de las alarmas de lesión.
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Descuidar músculos estabilizadores y antagonistas: Concentrarse solo en dedos, antebrazos y dorsales (los músculos de tirar) e ignorar el resto del cuerpo es un error clásico. Una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil; unos hombros inestables o un core débil limitarán tu rendimiento y te harán proclive a lesiones. Incorpora ejercicios para músculos estabilizadores de hombro (ej. dominadas escapulares, rotaciones externas con banda) y entrena también los antagonistas de tracción, como pecho, tríceps y extensores del antebrazo. Esto equilibrará tu físico y mejorará tu postura al escalar. Un buen plan de entrenamiento cubre todo el cuerpo, no solo los “músculos de escalada”.
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Falta de estructura o enfoque: Otro error es hacer entrenamiento de forma caótica, sin objetivo. Por ejemplo, trepar un rato, luego hacer fuerza máxima y luego resistencia todo en la misma sesión desordenada. Es más eficaz enfocar cada sesión a un objetivo (p.ej. un día fuerza máxima, otro día resistencia). Si entrenas varios aspectos el mismo día, separa las sesiones (mañana y tarde) o prioriza uno primero. Llevar un diario de entrenamiento con lo que haces, tiempos y pesos te ayudará a progresar de forma ordenada y detectar qué funciona para ti. Ten un plan (aunque sea básico) y sé constante en lugar de entrenar según el capricho del día.
Conclusion
El entrenamiento de escalada en casa con hangboard y pesas puede marcar una gran diferencia en tu progresión como escalador a lo largo de los años. Estas herramientas te permiten fortalecer dedos, brazos, core y más, con una precisión y conveniencia difíciles de lograr de otra manera. Al establecer objetivos claros y adecuados al volumen de entrenamiento semanal, hemos visto que, bien utilizado, el hangboard es un aliado poderoso para mejorar tu fuerza de agarre y resistencia de antebrazos – siempre que respetes los principios de gradualidad, buena técnica y prevención de lesiones. Del mismo modo, las pesas usadas inteligentemente pueden darte esa potencia extra en los movimientos y blindar tu cuerpo contra lesiones mediante el trabajo de estabilización y antagonistas, alineados con tus metas de escalada.
Entrenar desde casa requiere disciplina y autocontrol: calienta bien, respeta los descansos, sigue una rutina equilibrada y escucha a tu cuerpo. Establece objetivos semanales para mantenerte enfocado y hacer adaptaciones según tu progreso. Combina estos entrenamientos con tus sesiones de escalada en roca o muro, trabajando en distintas vías con variados desniveles, y notarás cómo poco a poco puedes colgarte de presas más pequeñas, hacer más dominadas, y encadenar vías que antes se te resistían. Además, mantén un enfoque mental positivo para superar desafíos y mantener la motivación. Recuerda que no hay atajos mágicos; la constancia es la clave. Con un enfoque inteligente y evitando los errores comunes mencionados, podrás aprovechar al máximo tu tabla multipresa y tus pesas para llevar tu escalada a nuevas alturas. ¡Ánimo y a entrenar! 🚀
Referencias: Al crear este artículo se han consultado fuentes especializadas en entrenamiento de escalada y materiales de expertos. Por ejemplo, la web RumiClimbing ofrece guías detalladas para entrenamiento en hangboard, consejos de prevención de lesiones y rutinas para distintos niveles y ediciones actualizadas regularmente. También se han considerado recomendaciones de entrenadores profesionales como Eva López sobre ejercicios de pesas transferibles a la escalada. Estas fuentes, junto con la experiencia práctica, respaldan las técnicas y consejos presentados aquí para un entrenamiento seguro y efectivo. ¡A escalar se ha dicho!🏅
FAQ
¿Cuál es la mejor manera de entrenar para escalar?
La mejor manera de entrenar para escalar combina entrenamiento de fuerza específica con hangboard y campus board, práctica técnica en pies y manos, y entrenamiento de resistencia con sesiones programadas para mejorar la capacidad y recuperación. También es clave la periodización según el tipo de escalada, como boulder o vías multilargo .
¿Cuánto se tarda en aprender a escalar?
Aprender a escalar puede tomar desde pocos días para comprender técnicas básicas hasta meses o años para desarrollar habilidades avanzadas. El progreso depende del tiempo de práctica, frecuencia, entrenamiento y experiencia personal. Es clave la constancia y la paciencia, ya que es un deporte con aprendizaje lento y requiere tiempo para mejorar seguridad y técnica .
¿Qué músculos entrenar para escalar?
Para escalar, hay que entrenar principalmente los músculos de las manos y antebrazos para mejorar el agarre; el core (abdominales, oblicuos y espalda) para la estabilidad y potencia; los dorsales y músculos de la espalda; los hombros y brazos; y también las piernas, incluyendo cuádriceps, isquiotibiales y glúteos, que ayudan a impulsarse .
¿Cuántos días escalar a la semana?
Se recomienda escalar alrededor de 4 días a la semana durante la fase aeróbica específica para trabajar volumen y técnica sin llegar al agotamiento. En fases de fuerza máxima y potencia, es mejor espaciar los entrenamientos intensos, dejando al menos dos días de descanso entre sesiones fuertes para recuperación adecuada .